Para el artista, las matemáticas no consisten en los varios ramas de las matemáticas. No es necesariamente una cuestión de cálculo sino algo de la presencia de una energía soberana; una ley de la resonancia infinita, consonancia, organización.
El rigor no es nada con excepción de el que dé lugar verdad a una obra de arte, si sea un dibujo de Leonardo, o la exactitud temible del Parthenon (comparable en el corte de su mármol incluso con el de máquinas de herramientas), o al juego implacable e impecable de la construcción en la catedral, o la unidad en un Cézanne, o la ley que determina un árbol, el esplendor unitario de raíces, el tronco, ramas, las hojas, las flores, y la fruta.
La ocasión no tiene ningún lugar en naturaleza. Una vez que uno haya entendido que matemáticas están -en el sentido filosófico- después de eso uno puede discernirlo en todos sus trabajos.
El rigor, y la exactitud, son los medios detrás de alcanzar las soluciones, la causa detrás del carácter, el análisis razonado detrás de la armonía.
Le Corbusier
Publicado por
Pause
contiene 0
comentarios.
Publicar un comentario
Wonder Notes