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La época global |
Fin de los recursos, inexistencia de nuevos espacios…
en definitiva, el mundo es un mundo cerrado.
La Gran Transformación nos aboca a un mundo cerrado y sin afuera.
Hay ausencia de mundo y, a la vez, sobreabundancia de él.
Todo es dispersión y, simultáneamente,
existe una unidad perfecta ya que todo proceso es,
ahora sí, verdaderamente endógeno.
La compleja y nueva interrelación entre lo local y lo global deriva de ello.
Anónimo
Hay una superación de la armonía y un pensamiento por encima de las notas, una construcción discursiva que se apropia de esa globosidad y que ya no tiene que ver con las notas sino con el timbre en el sentido más extenso de la palabra.
Multiestructuras complejas que inducen a la percepción simple. Esas complejidades descriptivas de lo aditivo no reflejan la fórmula global, que es generalmente mucho más simple y más fácil de aprehender.
El mar uno ya no sabe si está escribiendo desde la armonía o intentando el simple dibujo de las olas. Lo concreto es que el movimiento de las olas también está.
Mientras tanto está el cuerpo para gozar de la existencia porque, de todas maneras, tengo la más absoluta certeza de que es imposible dejar de estar perdido.
Como dice Juan L. Ortiz:
Es una red de sangre la que nos libra del vacío.
Multiestructuras complejas que inducen a la percepción simple. Esas complejidades descriptivas de lo aditivo no reflejan la fórmula global, que es generalmente mucho más simple y más fácil de aprehender.
El mar uno ya no sabe si está escribiendo desde la armonía o intentando el simple dibujo de las olas. Lo concreto es que el movimiento de las olas también está.
Mientras tanto está el cuerpo para gozar de la existencia porque, de todas maneras, tengo la más absoluta certeza de que es imposible dejar de estar perdido.
Como dice Juan L. Ortiz:
Es una red de sangre la que nos libra del vacío.
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