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Límite de la cognición humana

Personas que viven en el mismo mundo y pertenecen a la misma especie, como los seres humanos, pueden vivir percibiendo miles de estímulos o sólo unas cuantas decenas. Depende de la curiosidad de cada cual, porque, como dice la psicología cognitiva, el ser humano no es un sujeto pasivo de laboratorio conductista, sino un buscador activo de información: no recibe pasivamente los estímulos, sino que también puede buscarlos.

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  Anónimo

miércoles, 02 julio, 2008  

Aquel ser iba a morir habiendo visto el cuerpo donde él mismo continuaría en un ciclo venidero su camino ascensional hacia la consecución de la Moksha o estado de bienaventuranza.

O lo que venía a ser lo mismo:

contemplaba una parte de sí mismo que yacía en las entrañas ígneas del planeta como si de su propio anti-ser se tratase.

El habitante, rememoraba en su espíritu recuerdos ocultos e ignorados de una trascendencia tan profunda que eran inabarcables a su consciencia, era como si él estuviese redescubriendo ahora el antípoda de un Yo profundo e ignorado.

Aún así, el sentimiento íntimo que percibía, se revelaba como la clave de la unión cósmica, como el umbral del gran día Sé-Con-Nosotros, en el cual su Yo más íntimo o Mónada atravesaría el gran círculo No-Se-Pasa para unirse al fin con el Primer Uno.

Esos pensamientos le sumieron en un estado interior de gran serenidad en el que perdió la conciencia de todas las cosas.

Al salir del trance, se alarmó pensando que se hallaba bastante más aturdido de lo que él mismo podía asumir, pues insólitamente, se encontró de improviso, en un paisaje nunca antes visitado.

Sobre una pradera de hierba de un color verde rabioso y desconocido para él; un sol gigantesco y de una potencia inusitada lo inundaba todo, con un resplandor cegador que se le antojó abrumadoramente cruel.

Pero sólo la fría oscuridad y el dolor de unos músculos entumecidos y atrofiados, respondieron insensibles, con una inmovilidad casi total a la acuciante orden de su cerebro.

Poco a poco, el sonido que parecía provenir de ultratumba, tomó cuerpo, y acercándose lo envolvió todo a su alrededor, hasta que el rumor sordo de una gran losa en movimiento lo reintegró a la nueva realidad, que ahora sabía, era sólo una más de las múltiples realidades paralelas que fluyen a su alrededor...

  Anónimo

miércoles, 02 julio, 2008  

El gran cambio no ocurrió en el mundo sudjetivo, sino en el de los hechos objetivos. Una hora y media después de tomar la cápsula vió lo que debió ver Adán la mañana de su creación; el milagro, minuto, de la pura existencia.

"¿Es agradable?" le preguntó alguien.

"Ni agradable, ni desagradable" le contestó.

"Simplemente es".

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