El imperio capitalista está enfermo… de capitalismo. Es una enfermedad, un dilema sin solución: él mismo es su enfermedad, su única cura es la extinción. El capitalismo padece del virus mortal del capitalismo, es un virus pavoroso que en su desarrollo se devora a sí mismo y devora al planeta.
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Pause
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Anónimo
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sábado, 27 septiembre, 2008
Un verdugo es el ejecutor de una pena de muerte. Históricamente, esta profesión es tan antigua como el orden civil. Es sin discusión una tarea terrible el trabajo de quitarle la vida a los semejantes, pero pensamos que es más pavoroso cuando quien hala la palanca de la guillotina, o de la trampa que dejará colgado en el aire al sentenciado, es él mismo, la propia víctima.
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