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El error Berenguer |
La especie humana es demasiado estúpida para agradecer que alguien le evite una enfermedad. Es preciso que la enfermedad llegue, que el ciudadano se retuerza de dolor y de angustia: entonces siente "generosamente" exquisita gratitud hacia quien le quita la enfermedad que le ha martirizado. Pero así, en seco, sin martirio previo, el hombre es profundamente ingrato.
José Ortega y Gasset
Anónimo
En síntesis, la necesidad ontológica de "la locura" reside en el hecho de que no es posible pasar directamente desde el "alma animal" pura, inmersa en su mundo vital natural, a la subjetividad "normal" que habita en su universo simbólico.
El "mediador evanescente" es el gesto "loco" del repliegue radical respecto de la realidad, que nos abre el espacio para su (re)construcción simbólica.
Hegel ya había subrayado la ambigüedad radical de la afirmación "Lo que yo pienso, el producto de mi pensamiento, es objetivamente verdadero".
Este enunciado es una proposición especulativa que expresa la actitud "inferior", errática, del loco atrapado en su universo encerrado en sí mismo, incapaz de relacionarse con la realidad, y al mismo tiempo formula "lo superior", la verdad del idealismo especulativo, la identidad del pensamiento y el ser.
Por lo tanto, si, en este preciso sentido (como dice Lacan), la normalidad es en sí misma un modo, una subespecie de la psicosis (es decir, si la diferencia entre "la normalidad" y la locura es inherente a la locura) ¿en qué consiste esta diferencia entre la construcción "loca" (paranoica) y la construcción "normal" (social) de la realidad? En última instancia, ¿la "normalidad" es sólo una forma más mediada de la locura? ¿O más bien, como dice Schelling, la razón normal no es más que "locura regulada"?
Slavoj Zizek.
El "mediador evanescente" es el gesto "loco" del repliegue radical respecto de la realidad, que nos abre el espacio para su (re)construcción simbólica.
Hegel ya había subrayado la ambigüedad radical de la afirmación "Lo que yo pienso, el producto de mi pensamiento, es objetivamente verdadero".
Este enunciado es una proposición especulativa que expresa la actitud "inferior", errática, del loco atrapado en su universo encerrado en sí mismo, incapaz de relacionarse con la realidad, y al mismo tiempo formula "lo superior", la verdad del idealismo especulativo, la identidad del pensamiento y el ser.
Por lo tanto, si, en este preciso sentido (como dice Lacan), la normalidad es en sí misma un modo, una subespecie de la psicosis (es decir, si la diferencia entre "la normalidad" y la locura es inherente a la locura) ¿en qué consiste esta diferencia entre la construcción "loca" (paranoica) y la construcción "normal" (social) de la realidad? En última instancia, ¿la "normalidad" es sólo una forma más mediada de la locura? ¿O más bien, como dice Schelling, la razón normal no es más que "locura regulada"?
Slavoj Zizek.
Anónimo
Zaratustra:
Dicho teológicamente, -préstese atención, pues raras veces hablo yo como teólogo- fue Dios mismo quien, al final de su jornada de trabajo, se tendió bajo el árbol del conocimiento en forma de serpiente: así descansaba de ser Dios... Había hecho todo demasiado bello... El diablo es sencillamente la ociosidad de Dios cada siete días.
Nietzsche
Dicho teológicamente, -préstese atención, pues raras veces hablo yo como teólogo- fue Dios mismo quien, al final de su jornada de trabajo, se tendió bajo el árbol del conocimiento en forma de serpiente: así descansaba de ser Dios... Había hecho todo demasiado bello... El diablo es sencillamente la ociosidad de Dios cada siete días.
Nietzsche
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